jueves, 29 de octubre de 2009

Tiempo, profundidad y libros


Esta maravillosa charla magistral de Enric González en Caspa TV disecciona el periodismo de hoy en día a través del tiempo y la profundidad que se les dedica:

"El mejor periodismo es el de quien puede estar un mes, dos meses, tres meses, lo que haga falta para una buena historia. Una buena historia que probablemente te lo explicará todo. Porque no hace contar todos los datos, explicar todas las situaciones, o explicar el Universo. No. Hay historias que son bastante reveladoras... si las trabajas bien. Hace falta tiempo; antes se tenía más tiempo. Arturito Pérez-Reverte siempre explica que cuado trabajaba en Pueblo se iba a África y nadie sabía nada de él hasta que volvía al cabo de uno, dos tres meses con una, dos, tres historias y algunas fotos que se publicaban en portada un día. Tal cosa pasa porque hay una guerra allí que no se qué... Vale, eso era trabajar mucho mejor que lo que hacemos hoy. Porque permitía que alguien se sumergiera en un determinado contexto y lo viera desde dentro (...)"

"El mejor periodismo ahora se hace en libros porque la prensa escrita ha renunciado a la extensión y a la profundidad. Por alguna razón la industria ha supuesto que el lector de periódicos es un tipo al que no le gusta leer, lo cual suena un poco contradictorio. Si no le gusta leer no lo comprará aunque hagas textitos de diez líneas. Se supone que sí debería ser alguien que quiere leer. Parte de la profundidad que tenían los periódicos, que antes daban textos más largos y exhaustivos, menos atados a la actualidad, se han pasado a los libros. Ahora hay libros periodísticos fantásticos. Por supuesto cualquiera de Kapuściński es maravilloso. Pero hay muchos otros que se hacen ahora mismo. ¿Por qué? Por que la prensa escrita ha renunciado a esa profundidad. Acaban en libros y esos libros no se venden masivamente pero están ahí. Todas las historias acaban saliendo. No se hacen masivas, simplemente son para un pequeño segmento que se molesta en leer esos libros. Pero a eso ha renunciado la prensa escrita, con lo cual se está quedando en un terreno de nadie entre lo inmediato -y ahí los nuevos medios les dán sopas con hondas a los tradicionales- y lo duradero que son los libros. ¿Para qué sirve ese intermedio de la prensa escrita? Pues no está claro".

Al hablar de tiempo, de profunidad y de libros "periodísticos" me han asaltado los nombres de David Beriain y de Ander Izagirre, dos periodistas que hace tiempo desenfundaron sus yemas y comenzaron a teclear contracorriente para contar buenas historias a los demás.

Inexplicablemente ni uno ni otro cuenta con el apoyo decidido de ningún medio de comunicación para difundir y enriquecer su trabajo. "¿Para qué sirve ese intermedio de la prensa ecrita?" Parace ser que para muy poco, para casi nada.


Posdata: Foto de Ander Izagirre (Vespaña)